¿QUÉ HACEMOS CON MAISIE?

“¿Qué hacemos con Maisie?” es una película de EEUU del año 2012 y estrenada en España en enero de 2014. Ha sido dirigida por Scott McGehee y David Siegel. Es una adaptación a la época actual de la novela de Henry James titulada “Lo que Maisie sabía”.

SINOPSIS

Maisie es una niña de 6 años, hija única de Susanna (veterana estrella del Rock) y Beale (un importante marchante de Arte).

A través de la mirada de la niña asistimos al proceso de Divorcio de sus padres y a la lucha por su Custodia. La “batalla” que emprenden por la hija, está lejos de ser una búsqueda de lo mejor para Maisie.

En el proceso la niña es utilizada como “arma arrojadiza”, por ambos cónyuges, que ahora se han convertido en “Odiados Enemigos”. Maisie es el objeto precioso, cuya propiedad resulta esencial para colmar el NARCISISMO de sus padres, convirtiéndose de esta manera en “BOTIN DE GUERRA”.

Todo lo que esperan conseguir, lo van a obtener sin coste alguno: NO TIENEN QUE ASUMIR RESPONSABILIDADES, NI TIENEN QUE SOPORTAR RENUNCIAS PERSONALES.

En la pugna por conseguir el favor del juez, Beale se casa con Margot (la queridísima niñera de Maisie) y Susanne hace lo mismo con su querido y bondadoso amigo Lincoln. La película nos irá revelando como Maisie, sin dejar de querer a sus padres, se irá encariñando de Margot y Lincoln.

LA PELICULA

“¿Qué hacemos con Maisie?” es una película que nos invita a reflexionar y conversar sobre la paternidad responsable y el valor de los hijos. Sobre las consecuencias que puede ocasionar la separación de los padres, y como eso no tendría que afectar a las relaciones que mantienen con los hijos.

TRAILERS DE LA PELICULA “¿Qué hacemos con Maisie?”

Se puede ver en a plataforma FILMIN.

No está recomendada para menores de 7 años.

¡Lo que sigue a continuación es SPOILER!



ENCONTRAR UNA SIGNIFICACIÓN

De la noche a la mañana Maisie se encuentra con un cambio brusco e inesperado. Un terremoto, que no alcanza a comprender, pone “patas arriba” toda su vida. Su mundo (su hogar) ha quedado tremendamente dañado por la pelea, desmedida, en la que están ocupados sus padres. La angustia y el sufrimiento se hacen palpables a través de la mirada de la niña, que no encuentra la mas mínima explicación por parte de sus padres.

La separación no es nombrada. Antes de que pueda clarificarse algo de la misma, se encuentra inesperadamente, con las nuevas parejas de sus padres. Antes de comprender, antes de recibir una palabra que aporte una cierta significación, Maisie tiene que dejar su casa -donde ha vivido toda la vida- tiene que ir con su padre (sin más explicaciones), y descubrir que éste, se ha casado con su niñera.

La desorientación en Maisie no se debe al divorcio propiamente dicho. Se debe, mas bien, a no comprender; a no saber por qué ocurre lo que ocurre.

La difícil tarea que tiene Maisie por delante es la de encontrar una significación para lo que no se ha dicho. Poner palabras donde, hasta ahora, solo ha habido silencios y vacíos.

Los padres no son capaces de ver el sufrimiento de Maisie. El narcisismo de ambos, que solo piensan en si mismos, es el obstáculo que les impide ver a la hija como una persona que tiene derechos. Les impide verla como un ser humano y esto tendrá sus consecuencias: confusión, desamparo y dolor.

Susanne y Beale (los padres biológicos) mienten porque no cumplen las promesas que hacen a su hija. Porque están ausentes cuando realmente los necesita. Porque no escuchan lo que Maisie tiene que decirles. Porque cuando están en su “guerra particular”, con sus discusiones desmedidas, les importa poco que Maisie esté delante. No tienen tiempo para pararse y reflexionar. No hay tiempo para preguntarle lo que siente y escucharla.

Es con las parejas de sus padres, con quienes el tiempo puede pararse y dar paso a una “quietud sana”. Con esta pareja, cuyo vínculo es la propia Maisie, es con quien va a mantener una conversación de verdad. Una conversación donde escuchar sin tensiones ni miedos las palabras que se dirigen a ella, y al mismo tiempo poder hablar sintiendo que verdaderamente la están escuchando. Es con ellos que puede hablar de sus sentimientos. Con ellos puede jugar.

Tener un lugar con Margot y Lincoln, donde ir construyendo ese relato de lo que le está pasando. Un relato que podría empezar, con esa frase llena de ilusión; donde ella comienza a percibir el sentido de la “separación” de sus padres y donde comienza a diluirse la angustia:

“Mi papá se casó con mi niñera, por eso la justicia obligó a mi mamá a casarse con Lincoln”.

En ese lugar que Maisie construye con Margot y Lincoln, es donde estos priorizan lo que la niña necesita por encima de las necesidades de sus padres biológicos.

La película nos muestra lo duro que puede ser, a veces, el proceso de separación o divorcio. Pero también nos enseña la forma de hacer para elaborar el duelo necesario que conlleva cualquier separación. La mala relación de sus padres no tiene por qué afectar a la relación que cada uno mantiene con Maisie.

Nuestra protagonista, a través de su mirada, habla y consigue hacer oír su voz, en un mundo demasiado ruidoso y desorientado.

HUMANIZAR LA SEPARACION

Son los ideales y valores sociales los que hablan de nuestra humanidad. Los que hacen que la convivencia, no sin dificultades, sea más fácil; los lazos sociales sean más consistentes: el AMOR, LA AMISTAD, LA SOLIDARIDAD, EL RESPETO, LA TOLERANCIA, LA CONVERSACION… etc.,

En nuestra época, y para una gran cantidad de personas, son los OBJETOS DE CONSUMO los que causan nuestra satisfacción. Hoy por hoy ganan por goleada a los valores de los que venimos hablando en las entradas del blog. Tanto es así, que en infinidad de relaciones de pareja, el compañero o compañera se toma mas como un objeto que como un sujeto. Los hijos, en el caso de la película “¿Qué hacemos con Maisie?”, no se salvan de ser tratados como “Objetos de consumo, preciosos… pero objetos de consumo”.

Por eso como decíamos al principio: se disputa por ellos (sin tenerlos en cuenta); se los usa como arma arrojadiza contra la pareja; o en casos extremos, como la violencia vicaria, el padre haciéndoles daño a los hijos, infringe un daño inmenso a la madre.

Ana Bernal Triviño, Periodista rescata de las Redes Sociales y hace suya la siguiente afirmación: “El divorcio no es un fracaso. Fracaso es fingir que eres feliz en una relación donde no quieres estar”.

Entendiendo que no hay dos relaciones iguales y que cada pareja es “un mundo”, podemos afirmar que si ese mundo es un infierno, aunque sea un infierno diferente no merece la pena vivirlo. Por otro lado, si hay hijos menores en la familia (como ocurre con Maisie), las continuas peleas entre los padres pueden llegar a perturbar a los hijos de una manera tan desestabilizadora que el divorcio como situación legal, aporta una solución, también para los hijos.

En el caso de Maisie, podría haber sido una solución si se lo hubieran dicho abiertamente, conversando con ella y no la hubieran utilizado para sus disputas.

En esta situación, estoy seguro de que, los procesos de mediación familiar (con la inclusión de un tercero) pueden ayudar a definir la situación, que puede llevarnos al reconocimiento de lo insatisfactorio de la relación; madurando la decisión y haciéndonos cargo de la responsabilidad que implica la decisión. Sabiendo que lo mas importante es contárselo a los hijos, que son los que van a soportar los efectos de tal decisión.

Indicar que todos, padres e hijos van a perder algo con el divorcio. Que no habrá mas remedio que hacer el duelo por la perdida.  Una separación que se ha desarrollado de una forma justa, que podemos definir como sana, no debe producirle placer a nadie.

SOBRE LA AUSENCIA DE LOS PADRES DE MAISIE

Los padres de Maisie están claramente AUSENTES. Aparecen cuando les resulta conveniente y sólo PRESTAN ATENCION a su vida laboral y social.

Hoy también hemos de reconocer que, aunque los padres estén en la misma habitación, pueden estar AUSENTES y no PRESTAR ATENCION a los hijos: pueden estar cada uno a lo suyo con sus objetos.

Al respecto de esto de la atención, me gustaría traer unas palabras de J.R Ubieto:

Es un hecho que hoy cuesta atender, en la escuela, en la familia y también en la vida cotidiana. Incluso se habla de un déficit de atención generalizada… hoy ya no podemos ignorar que la crisis de atención generalizada no puede leerse solo en clave de los chicos/as que se muestran desatentos, sino también en una crisis de la atención mucho más general y que incluye, evidentemente, a los adultos. Si hay crisis de atención es porque hay también crisis de presencia.”

Ubieto, José Ramón; Almirall, Ramon; Borràs, Fina; Ramírez, Lidia; Vilà, Francesc. Del padre al iPad: Familias y redes en la era digital (Spanish Edition) . Ned Ediciones. Edición de Kindle.

Maisie tenía unos padres ausentes, no solo por el tiempo de presencia, si no por los ritmos de presencia: son pocas las veces y no se sabe cuando. Eso es el reflejo inequívoco de una falta de compromiso y de responsabilidad.

“Si hay crisis de atención es porque hay también crisis de presencia”

¡ESTAMOS DONDE NOS INTERESA! -Dirían sus padres

Mafalda lo expresaría de forma mas directa y contundente.

¿Y MAISIE?

Afortunadamente tiene a Margot y a Lincoln y no necesita llamar la atención… de otras maneras.

Maisie, sabe muy bien quienes son sus padres y los acepta porque está segura de que la quieren… SABE QUE CON ELLOS ESTARÁ DE VEZ EN CUANDO…

PERO CON QUIEN VERDADERAMENTE QUIERE ESTAR ES CON MARGOT Y LINCOLN.


AQUÍ HAY UNAS TAREAS DE POSTVISIONADO.

CONVERSAR en familia sobre la película y los temas de la entrada.

Haced preguntas y expresar vuestros sentimientos y opiniones.

Valorad las diferencias que ves entre los padres biológicos de Maisie, y los padres (que aunque no se dice) son casi adoptivos.

Escucha el cuento “Cuando mis padres dejaron de ser amigos”

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